En líneas generales, el hacktivismo (acrónimo de hacker y activismo) hace referencia a un colectivo o subcultura urbana partidaria de la utilización de no-violenta herramientas digitales ilegales, o legalmente ambiguas, para lograr fines políticos o sociales de trascendencia. Así, entre las acciones que llevan a cabo los hacktivistas se incluyen desfiguraciones de webs, redirecciones, ataques de denegación de servicio, robo de información, parodias, sustituciones virtuales, sabotajes virtuales y desarrollo de software.
Aunque muchos hacktivistas se manifiestan de manera pacífica, otros deciden efectuar maniobras más directas, como sobrecargar los servidores de sus disidentes. Este fue uno de los métodos que empleó a finales de 2010 la conocida comunidad Anonymous para impedir el acceso a las páginas web de Amazon, PayPal, MasterCard, Visa y el banco suizo PostFinance, a los que consideraba corresponsables de la presión que sufrió la organización Wikileaks tras la filtración masiva de documentos diplomáticos confidenciales de los Estados Unidos.
Su actividad en la red es controvertida, ya que, mientras los hacktivistas afirman que utilizan la tecnología en favor de un cambio social, la mayoría de los gobiernos los tachan de ciberterroristas y consideran que en sus actos de rebeldía contra los gobiernos y las corporaciones a menudo emplean métodos delictivos.
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