En contra de lo que se suele pensar, la inmensa mayoría de las arañas no son venenosas. De hecho, se estima que la mordedura de tan sólo un dos por ciento de todas las especies existentes pueden provocar complicaciones médicas en los seres humanos.
El libro Guinness World Records de 2010 reconoce a la araña bananera (Phoneutria spp.), conocida también como la “araña armada” o la “errante brasileña”, como la araña más venenosa; ya que en su interior alberga uno de los venenos neurológicamente más activos del mundo. Este peligroso largo artrópodo de color café con manchas, de apariencia similar a los licósidos de Norte América, pertenece a la familia cténidos y acostumbra a habitar en los bosques tropicales de los países de Centroamérica y Sudamérica. Suele introducirse en lugares acogedores y confortables para pasar la noche y, por lo tanto, puede ser fácilmente encontrado en las frutas y las flores que cultivan y consumen los seres humanos. Su cuerpo tiene un tamaño de entre tres y cinco centímetros, y sus largas patas pueden alcanzar los quince de longitud. La mayoría de las mordeduras se producen en seco (es decir, sin veneno); las picaduras de veneno se producen generalmente cuando la araña es presionada contra algo (como los dedos) o sufre algún daño.
Otras artrópodos portadores de un veneno altamente tóxico son la viuda negra, la araña violinista y el alacrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario